
¡Cientos de jóvenes deberán ir hacia el Norte, Sur, Este y Oeste para cubrir la tierra con pequeñas colonias, demostrando que la simplicidad de vida y el pensamiento elevado conducen a la más grande felicidad!
— Paramahansa Yogananda Beverly Hills, Julio de 1949
Las palabras quedan registradas en el éter. Los hechos, las acciones, quedan para siempre en los corazones que guían a las almas hacia la inevitable luz. Nunca podremos estar saciados cuando has hollado el sendero. Simplicidad de vida y pensamiento elevado. Así deberíamos practicar los caminos, conduciendo entre risas nocturnas y cantos mañaneros hacia la más grande felicidad.
Esas pequeñas colonias ya están naciendo. Aún tímidas, aún recónditas, aún preservadas. Se convierten disimuladamente en las receptoras del Misterio, encajando entre sus secretos mensajes ocultos. Esas colonias serán entrelazadas en el halo perenne, en el infinito sabio que perdura.
Sus constructores resisten. Son la avanzadilla, la resistencia, los constructores. Allí se transmite en todas las largas noches la Ordo Liber Spiritus, como un sacramento, como una promesa, como una esperanza. La transmisión es continua, tiempo tras tiempo, etapa tras etapa. Unos la reconocen, otros la intuyen, todos la abrazan.
Hay que cubrir la tierra de lugares de paz, de amor, de luz, de inspiración. Esas pequeñas colonias, esas recónditas comunidades espirituales deben resguardar el secreto de la vida, del Ser Esencial, la demostración palpable de que el espíritu grupal será en esta nueva era la nota clave. Debemos aproximar la enseñanza hacia esa idea. Debemos procurar los medios para que se materialice. Trabajar duro, hacerlo en alegría, en gozo espiritual, desde la belleza de la más profunda alma.
Sencillez y pensamiento elevado. Es una fórmula compleja. Humildad y sabiduría cogidas de la mano, crean inevitablemente amor y belleza. El secreto más preciado de todo es hacerlo de forma común, alejados del egoísmo y el derroche de solo pensar en nosotros mismos. El reto futuro está aquí y ahora. Abrir los corazones. Simplificar nuestras vidas. Vivirlas en armonía a través del conflicto en forma grupal. No huir por derroteros ni caminos angostos. Solo enfrentar la vida, vivirla, reírla, disfrutarla, compartirla en compañía y crear con ello el nuevo mundo. Ese será el reto de la nueva Ordo Liber Spiritus.
Gracias de corazón por apoyar esta escritura…